martes, 24 de junio de 2008

Cambio de nido

Pájaros de Papel se muda.
Nuestra nueva dirección es ésta:
http://blogs.laopinioncoruna.es/pajarosdepapel/

sábado, 21 de junio de 2008

Los límites del sarcasmo

Delicioso suicidio en grupo (1990)
Paasilinna, Arto
Anagrama, 2007


Delicioso suicidio en grupo es el título de la novela más conocida de Arto Paasilinna. Aunque parezca imposible poner juntas expresiones tan incompatibles como “delicioso”, “suicidio” y “en grupo”, en realidad no lo es para este osado narrador finlandés que nos brinda un irreverente viaje a los límites del sarcasmo.

Entre los años 80 y 90, Finlandia era uno de los países de Europa con un índice de suicidios más elevado. Según los datos del Programa de Prevención del Suicidio de la Organización Mundial de la Salud, en 1990, año de publicación de esta novela, la tasa de suicidios por cada 100.000 habitantes era de 30,3 (49,3 para los hombres y 12,4 para las mujeres). Después de alcanzar ese máximo histórico de los últimos 50 años, las cifras empezaron a descender y en 2004 la tasa se redujo a 20,3 (31,7 para los hombres y 9,4 para las mujeres). Estas escabrosas estadísticas sólo la superan hoy Bielorrusia, Rusia, Ucrania, Hungría y Letonia. Afortunadamente, la situación en España es más alentadora, si bien en 1990 la tasa era de 7,5 (11,2 para los hombres y 4,1 para las mujeres) y en 2004 ha subido hasta 8,2 (12,6 para los hombres y 3,9 para las mujeres).

Pero estas cifras, más allá de la frialdad de la estadística, sin importar el país, la clase social o el nivel cultural, esconden íntimas tragedias de desconsuelo y desesperanza de alcance universal. Con su tono entre elegíaco e irónico al mostrarnos actitudes y situaciones, con su capacidad para sacar el máximo partido al humor negro con que el lenguaje cotidiano corteja los tabúes de la muerte, Paasilinna acierta a conmover y provocar carcajadas con singular maestría.

Delicioso suicidio en grupo es, además, una celebración del amor y de la amistad que nos hace reflexionar sobre la soledad como una patología de la sociedad contemporánea. El viaje iniciático que emprenden los suicidas de la novela por media Europa no es sino un intento de superación de la conciencia mutilada incapaz de correr al encuentro del otro.

miércoles, 4 de junio de 2008

Elegía al amigo muerto


Amarillo
Romeo, Félix
Plot (2008)



“Voy a escribir una biografía de un amigo mío, Chusé Izuel, que se suicidó cuando vivíamos en Barcelona hace 10 años… voy a ser un detective que trata de averiguar algo sobre sí mismo a través de otro”. “No quiero hacer una biografía”. “Tu muerte fue una bendición para mí: no habría vuelto a escribir si tú hubieras seguido vivo”.

Admito que quizá no pueda escribir una reseña de este libro, flujo de vida hacia la muerte ya ocurrida. Tan hondo ha sido el impacto sobre mí, hecho de gotas de vida y poesía, de esta novela candentemente gélida sobre la que brota una narrativa pura, destilada, dolorosa y doliente, que parece acompañarme desde su lectura. Así pues, optaré por guiar la reseña con fragmentos de su cuerpo que acompañarán mis palabras quedas.

Félix Romeo traza un triángulo de amigos y abre el texto dedicando la obra a Bizén, el otro compañero. Pocas fotos se conservan de Chuse Izuel (Zaragoza, 1968 – Barcelona, 1992), apenas la que encabeza esta reseña, ya que nunca quiso ser retratado y rompía aquellas imágenes en las que aparecía. El autor, investido por la muerte como un sincero narrador, recuerda la figura de Chusé Izuel sin concesiones: buceando en los documentos, pero usando sus propios recuerdos y sensaciones; dándoles cabida y disposición narrativa tamizados a través de una poética desoladora y amarga.
“Tengo a mis pies el bolsón de plástico en el que guardo tus cosas: tus cartas, la grabadora, tus artículos, los artículos que escribieron sobre ti, tus cuentos, los borradores de la novela que no escribiste, notas, papeles con apuntes que cogí de casa de tu madre.”

Así, hecho de materia viva, se reconstruye un recuerdo capital, la figura y la muerte de un amigo, un colega narrado y narrador, autor de un único libro de relatos (Todo sigue tranquilo, Editorial Libertarias, 1994). La ¡¿Novela?! se convierte así en una suerte de terapia y homenaje triste, desde la imposibilidad de resucitar al ser querido, ni siquiera de comprenderlo. Romeo no oculta sus cartas y como ocasional narrador, rellena esos huecos entre los fragmentos textuales con pureza y desolada densidad narrativa.

“Yo tampoco te conocía y estoy haciendo como el cura: largar un responso y enterrarte. Lavar mi conciencia”.

Lo que quedará siempre es una hermosísima novela híbrida y posmoderna, esa que es capaz de mezclar sabiamente metales de realidad y ficción en una aleación que reinventa el género y lo hace más moderno y atractivo, desmintiendo a los que lo creen muerto.

Fragmento de entrevista de Chusé Izuel a Luis Goytisolo en el que éste último dice:
"Siempre habrá lectores de novela, pero sin embargo creadores no, porque hoy ya nadie escribe epopeyas ni épicas… cada vez más se escribe un refrito de cosas ya escritas."