jueves, 22 de mayo de 2008

Camino de destrucción

La carretera (2007)
MCCARTHY, Cormac

¿Quién es Cormac McCarthy? Aunque unas pocas fotografías nos dan idea de su semblante concentrado, cuidar de su intimidad y rehuir las entrevistas le ha permitido forjarse una biografía casi tan secreta como la de J. D. Salinger (El guardián entre el centeno, 1951) o Thomas Pynchon (El arco iris de la gravedad, 1973). Al menos, el éxito de la película No es país para viejos, de los hermanos Coen, basada en una novela suya, le ha brindado la oportunidad de ganar más lectores.

La carretera (Premio Pulitzer, 2007) tiene vocación de apocalipsis. Desde el punto de vista de la historia, nos presenta un mundo asolado que la catástrofe ha cubierto de una pátina de ceniza permanente; desde el punto de vista del relato, la fragmentariedad del discurso adelgaza el estilo a una prosa seca con intermitentes rescoldos de lirismo.

Un padre y su hijo peregrinan hacia el sur por una carretera que podría llevarlos a la salvación. Sólo el contrapunto de las ciudades calcinadas y los pueblos de donde apenas puede rescatarse nada los aparta de la ruta en busca de alimento. En un cambio de era donde la naturaleza es ajena al sufrimiento y donde la ética es un terreno baldío, la ambigüedad lo penetra todo: la trampilla del sótano de una casa abandonada puede llevar al espanto o a la felicidad como si entre ellos no existiera gradación alguna.

Que nadie espere una novela experimental al uso: aquí importa la intensidad del símbolo, no el alarde técnico. No obstante, más allá del admirable logro de atraparnos en una desolación sin límites, una cierta monotonía descriptiva, sobre todo en el primer tercio de la obra, y un exceso de esquematismo en el retrato de los personajes amenaza la perfección de La carretera.

No hay comentarios: